Como un mapa cenital de fibra óptica, los cruces entre los personajes que diseña Nazareno Petrone concluyen en un racimo de cortocircuitos emocionales que funcionan como un retrato de época del carácter errático de las relaciones amorosas. Una novela que indaga con un gran sentido del humor en las promesas imposibles que le pedimos al amor y asume, con más esperanza que derrotismo, que «del amor al odio no hay un paso porque es lo mismo, es el mismo sentimiento pero con distinta forma».
– Agustina González Carman
La novela de Nazareno Petrone empieza con la disolución de una pareja – que son todas las parejas del mundo- y a partir de ahí nos lleva de la mano por la cotidianeidad de nuestra vida común, la vida que los seres de belleza hegemónica no saben que existe. Hay un secreto en esta novela que todavía no pude dilucidar. Eso es lo que más me gusta de ella, lo no dicho, la maestría para bordear ese misterio, la construcción de personajes inestables que parecen siempre hacer lo que uno no espera.
– Fabián Casas
