Su amigo más cercano acaba de morir, y Enrique, que siempre fue un hombre moderado, un contador que trató, durante toda su vida, de no correr riesgos, deja el trabajo. Está solo. Su espacio de transgresión, lo único con lo que se anima a arriesgarse, es el póker. Ahora tiene que empezar de nuevo, dejar atrás a ese Enrique que necesitaba tener todo bajo control.
Además de escritor, Sergio Dubcovsky es periodista y guionista de cine. No es casual, entonces, que en Póker las imágenes se entrelacen con velocidad y precisión, como si se tratara de una película.
Con una escritura sin rodeos, directa, precisa, tal vez cercana a su oficio de periodista, Dubcovsky pone en crisis al protagonista de su novela y a medida que el relato avanza vamos acompañándolo en su intento de quebrar un destino opaco.
